Conocer la fundación fue una iluminación para mí.
Desde el primer momento me di cuenta de que hay muchas maneras de poder cambiar las cosas que no nos gustan.
Si en un pueblecito de Granada existe algo tan grande y tan bueno como es la fundación, significa que en cualquier rincón podemos crear el comienzo de una vida justa y con armonía, sólo hay que estar despiertos, creer en ello y trabajar.
Estas ultimas visitas me han ayudado a reflexionar precisamente en lo que significa la palabra trabajo. Creo que es muy importante trabajar con todo aquello que tenemos a nuestro alcance: trabajar con las manos, trabajar con una sonrisa y disfrutarlo.
Gracias a la fundación me he dado cuenta de lo que supone trabajar con un objetivo y de que no se trata de trabajar por trabajar y sacar muchas tareas adelante, y por supuesto nunca se trata de escaquearse o de que otro lo haga por mí. Se trata de trabajar en compañía de otras personas y disfrutar de cada tarea, desde la más simple a la más compleja.
Quizás, lo que más me gusta de la fundación es la posibilidad de aprender algo todos los días, porque la vida en comunidad nos permite enseñar a los demás y que los demás nos enseñen.
Espero volver pronto y poder compartir de nuevo los desayunos rodeada de tantas sonrisas, las comidas en esa mesa infinita en la que nunca falta un plato…
Me despido dando a todos las gracias porque hacéis que una se sienta como en su casa y los momentos que allí se comparten no son fáciles de encontrar en otros sitios. Gracias a Aps, Negro y Carlón (o a los voluntarios como les conocéis allí) por el trabajo bien hecho que realizáis cada día y por las comodidades que me dais cada vez que estoy allí.
Por último, deciros a los que habéis elegido estar allí durante un tiempo, que tenéis que creer en ello, creer en
Besos a todos.
Mónica
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